Ubicada en un enclave idílico, la Bodega Huellas del Tiétar es un auténtico tesoro escondido en la Finca Huellas del Tiétar, en la calle Fuente Abajo, s/n, 05490 Lanzahíta, Ávila. Rodeada por la majestuosa Sierra de Gredos, esta bodega no solo ofrece vinos excepcionales, sino también una experiencia inolvidable para todos sus visitantes.
Un Entorno Natural Inigualable
Imagina un lugar donde la naturaleza se fusiona con la pasión por la viticultura. La Bodega Huellas del Tiétar se encuentra en un entorno espectacular, perfecto para desconectar del ajetreo diario y sumergirse en la tranquilidad del Valle del Tiétar. Aunque la señalización para llegar aún está en proceso de mejora, una vez allí, te verás recompensado con paisajes de ensueño y una atmósfera serena.
Atención Personalizada y Cercana
La atención al cliente en esta bodega es simplemente excepcional. Al llegar, serás recibido por Teresa, Víctor y Feliciano, quienes con una amabilidad y cercanía inigualables, te harán sentir como en casa. Teresa, en particular, destaca por sus explicaciones claras y entusiastas, lo que convierte cada visita en una experiencia educativa y apasionante. Es como tener una amiga que te guía a través del fascinante mundo del vino.
La bodega está completamente adaptada para personas con movilidad reducida, contando con acceso para sillas de ruedas, aparcamientos adaptados y aseos accesibles, lo que garantiza una visita cómoda para todos.
¿No sabes mucho sobre vinos? ¡No te preocupes! Las catas están diseñadas para todos los niveles de conocimiento. Con cada sorbo, aprenderás sobre los procesos de elaboración y las características únicas de cada vino, lo que hará que te sientas un poco más experto en este fascinante mundo.
No solo los vinos destacan en la Bodega Huellas del Tiétar. También podrás disfrutar de deliciosos quesos artesanales elaborados por ellos mismos, creando la combinación perfecta para una degustación inolvidable. Los vinos tintos, en particular, son muy recomendados, pero no desestimes los blancos y rosados, cada uno tiene su propia personalidad y encanto.
El proyecto de esta bodega es verdaderamente inspirador. Nacido de la pasión y el amor por la tierra, el equipo ha dedicado su esfuerzo a la recuperación de viñedos abandonados, logrando producir vinos que son toda una sorpresa para el paladar. Entre sus etiquetas más destacadas se encuentran Relatos y Efímero, que han dejado una impresión duradera en muchos de sus visitantes.
Su combinación de entorno natural, atención cercana, y vinos excepcionales hará que quieras regresar una y otra vez. Así que, ¿por qué no planear una visita y descubrir por ti mismo este maravilloso rincón de Ávila?