Si buscas una experiencia vinícola auténtica y cercana, no puedes dejar de visitar Bodegas Diez del Corral, ubicada en la Av. Príncipe de Asturias, 42, 26210 Anguciana, La Rioja. Esta bodega familiar, situada en el pintoresco pueblo de Anguciana, se ha ganado una reputación por su dedicación y pasión en la producción de vinos excepcionales.
Una Visita Guiada Inolvidable
Desde el momento en que llegas, te das cuenta de que esta no es una bodega cualquiera. Aunque no tengas reserva, el personal, siempre atento, se asegura de que puedas disfrutar de un recorrido guiado. Emanuel y Juan, dos de los guías más mencionados por los visitantes, te llevarán a través del fascinante proceso de elaboración del vino, desde la recogida de las uvas hasta el embotellamiento. ¿Sabías que el vino tiene su propia historia y cada botella es un pequeño pedazo de esa historia? Aquí, podrás conocerla de primera mano.
La historia de Bodegas Diez del Corral es tan rica como sus vinos. Fundada hace más de un siglo, esta bodega ha pasado de generación en generación, manteniendo vivas las tradiciones y técnicas que han hecho de sus vinos una verdadera obra de arte. Durante la visita, no solo aprenderás sobre el proceso de producción, sino que también te sumergirás en la historia y el legado de esta bodega centenaria.
Degustación de Vinos y Productos Ibéricos
Después del recorrido, llega el momento que todos esperan: la degustación. Aquí es donde realmente se puede apreciar el esmero y la dedicación que se ponen en cada botella. Los visitantes destacan la calidad de los vinos, especialmente el crianza, el vino blanco y el característico vino hecho con la variedad maturana. Este último es muy apreciado por su singular olor y sabor.
Para acompañar la degustación, la bodega ofrece una deliciosa tabla de chorizo y salchichón, productos ibéricos que realzan los sabores de los vinos. Los comentarios no pueden ser más positivos sobre esta experiencia: «Un verdadero placer,» «absolutamente encantadora,» y «100% recomendable» son solo algunas de las expresiones de satisfacción de los visitantes.
La combinación de vinos excepcionales, un trato cercano y una rica historia hacen de esta bodega una parada obligatoria para cualquier amante del vino. ¿Te animas a descubrir el encanto de esta bodega familiar? ¡No te arrepentirás!