Ubicada en la pintoresca localidad de Montilla, en la provincia de Córdoba, Bodegas Lagar Blanco es un verdadero tesoro para los amantes del vino. Situada en la Carretera de Cuesta Blanca, Km. 4,4, 14550 Montilla, esta bodega ofrece una experiencia única que combina la belleza natural de la Sierra de Montilla con vinos excepcionales y hospitalidad de primera clase.
Una experiencia inolvidable en Bodegas Lagar Blanco
Desde el momento en que llegas a Bodegas Lagar Blanco, te sientes como en casa. La atención personalizada de Rosa y Miguel, quienes claramente aman y disfrutan de su entorno, es simplemente fantástica. La pasión con la que hablan sobre sus vinos y su tierra es contagiosa, y te hace apreciar aún más cada detalle de la visita.
José David, otro de los anfitriones de la bodega, se encarga de hacer que la visita sea no solo amena, sino también muy instructiva. Sus explicaciones detalladas sobre el proceso de elaboración del vino, combinadas con la oportunidad de degustar algunos de los mejores vinos de la región, hacen de esta visita una experiencia educativa y placentera. ¿Quién no disfrutaría de aprender mientras saborea un buen vino?
Vistas espectaculares y vinos únicos
La ubicación de Bodegas Lagar Blanco ofrece unas vistas impresionantes desde lo alto de la Sierra de Montilla. Imagina pasar una tarde soleada degustando vinos únicos, cada uno con una historia rica y una preparación cuidadosa, mientras contemplas el hermoso paisaje. Es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza.
Para aquellos que buscan una experiencia completa, es recomendable hacer una reserva con antelación, ya sea por correo electrónico o por teléfono. Esto asegura que puedas disfrutar de una visita guiada completa y personalizada. La bodega cuenta con aparcamiento adaptado para sillas de ruedas, lo que la hace accesible para todos.
Los vinos de Bodegas Lagar Blanco son verdaderamente especiales. Desde el vino joven de tinaja, que ha enamorado a muchos, hasta sus etiquetas más sofisticadas, cada botella refleja el amor y la dedicación con la que se elabora. No es de extrañar que muchos visitantes, como Dave y sus amigos de Glasgow, se lleven varias botellas para compartir con sus seres queridos.
Es una experiencia que combina tradición, pasión y un entorno inigualable. ¡Anímate a descubrirla y a disfrutar de unos vinos que seguramente te encantarán!