Ubicada en el pintoresco pueblo de Santa Maria del Camí, en las hermosas Islas Baleares, se encuentra la encantadora Bodega Cellar Ramanya. Este lugar no es solo una bodega, sino una experiencia que combina historia, cultura y, por supuesto, vino de alta calidad. Si estás buscando una actividad única durante tu estancia en Mallorca, este es el lugar perfecto para ti.
Una Experiencia Familiar y Acogedora
La bodega es dirigida por una encantadora familia, con la madre y el hijo como anfitriones principales. Desde el momento en que llegas, te hacen sentir como en casa con su calidez y hospitalidad. La familia no solo te ofrece una degustación de sus exquisitos vinos, sino también un recorrido por su fascinante museo, que alberga una colección impresionante de herramientas y carruajes antiguos que reflejan la historia y los oficios tradicionales de la región.
El recorrido incluye la degustación de tres tipos diferentes de vinos, todos elaborados en el lugar. Desde los rosados hasta los blancos y tintos, cada vino es una obra maestra que refleja la dedicación y el amor que la familia pone en su producción. Te ofrecen una variedad de deliciosos aperitivos que complementan perfectamente los vinos. Pan con jamón, queso, salami, aceitunas y almendras son solo algunos de los sabores que podrás disfrutar.
Un Museo Vivo de la Historia Mallorquina
Pero la Cellar Ramanya no es solo sobre vino. La bodega cuenta con un museo que es una verdadera joya para los amantes de la historia. Aquí, los visitantes pueden explorar una vasta colección de más de 3000 herramientas artesanales y carruajes antiguos. Cada pieza cuenta una historia, ofreciendo una ventana al pasado de la vida y el trabajo en Mallorca. Incluso si no eres un gran aficionado al vino, este museo por sí solo vale la visita.
Los anfitriones también son conocidos por sus divertidas historias y su habilidad para hacer que cada visita sea inolvidable. La madre y el hijo no solo te guían a través del proceso de elaboración del vino, sino que también comparten anécdotas y leyendas locales que añaden un toque especial a la experiencia. Y si tienes la suerte de visitar durante el último sábado de noviembre, podrás disfrutar de su festival de la cosecha, una celebración que muestra su herencia como vinicultores.
Con su combinación única de vinos excepcionales, deliciosa comida y fascinante historia, esta bodega ofrece una experiencia que no querrás perderte. Así que, ¿por qué no planear tu visita hoy mismo y descubrir todo lo que esta encantadora bodega tiene para ofrecer?