Ubicada en el pintoresco pueblo de Salvaterra de Miño, en la provincia de Pontevedra, se encuentra «María Bargiela» Adega – Casa Rural. Este encantador refugio es una casa típica gallega restaurada con un gusto exquisito, que te invita a desconectar del bullicio de la ciudad y sumergirte en un entorno natural único.
Una Casa Rural con Encanto Gallego
La casa es una joya arquitectónica del siglo XVIII, construida en piedra y con un ambiente acogedor que te hará sentir como en casa. Cuenta con cuatro amplias habitaciones, cada una con su propio baño, permitiendo una capacidad para hasta 10 personas. Un detalle interesante es que la habitación más grande tiene dos camas de matrimonio y una cuna, ideal para familias numerosas. La calefacción se puede regular en cada planta, asegurando una estancia cómoda en cualquier época del año.
La cocina está completamente equipada, aunque algunos electrodomésticos podrían necesitar una pequeña actualización. Sin embargo, no le falta nada para preparar deliciosas comidas en familia. Los dos salones proporcionan un espacio amplio y cómodo para relajarse y compartir momentos inolvidables.
Un Entorno Natural Inigualable
El exterior de la casa es simplemente espectacular. Rodeada de viñedos y árboles frutales, la finca ofrece un espacio enorme donde los niños pueden jugar libremente. Hay un porche y una zona de barbacoa perfecta para disfrutar de comidas al aire libre. Aunque es cierto que la barbacoa podría necesitar algunas mejoras, el entorno compensa con creces cualquier inconveniente.
A solo 500 metros se encuentra el sendero del Miño, ideal para dar paseos y disfrutar de la naturaleza. Y si te apetece una escapada rápida, en menos de 10 minutos puedes estar en Portugal. La ubicación es estupenda para explorar la región y disfrutar de su rica cultura y gastronomía.
Es importante tener en cuenta que la casa no es muy accesible para personas mayores o familias con niños pequeños debido a los escalones y los pozos sin señalizar. Sin embargo, la tranquilidad y paz que se respira en este lugar es incomparable.
Los propietarios son muy amables y atentos, y te recibirán con los brazos abiertos. La bodega en el sótano produce un delicioso vino albariño con D.O. Rías Baixas que no puedes dejar de probar.
No te pierdas la oportunidad de vivir una experiencia única en el corazón de Galicia.