Ubicada en la pintoresca localidad de La Geria, en la provincia de Las Palmas, la Bodega La Querencia es un tesoro escondido que ofrece una experiencia única para los amantes del vino. Situada en la Carretera Uga, 35570 La Geria, esta bodega se destaca no solo por su vino de cosecha propia, sino también por su auténtico ambiente rural y su hospitalidad cálida.
Una Experiencia Auténtica en La Geria
La Bodega La Querencia es un lugar donde el tiempo parece detenerse. Desde el momento en que llegas, te envuelves en una atmósfera de tranquilidad y belleza natural. Rodeada de viñedos y con vistas impresionantes a los volcanes cercanos, esta bodega ofrece una experiencia lejos del bullicio turístico habitual. Con una atención personalizada, principalmente en español, te sentirás como en casa gracias a la amabilidad de Rosa María y su marido.
La bodega se enorgullece de sus productos caseros. Aquí puedes disfrutar de vinos hechos en casa, acompañados de queso fresco prensado, tomates sazonados con orégano y sal, y pan con aceite de oliva casero. Los visitantes destacan la calidad del queso y el pan, siendo especialmente apreciados por su sabor auténtico y fresco. Aunque el menú es sencillo, cada elemento refleja el cuidado y la dedicación que los propietarios ponen en sus productos.
Calidad a Precios Competitivos
Aunque algunos visitantes han expresado su descontento con los precios, la mayoría coincide en que la calidad de los productos justifica el costo. Por ejemplo, dos vinos, queso y pan pueden costar alrededor de 19,50 euros, lo cual es razonable considerando que todo es de producción local y no está destinado al turismo masivo. Es importante mencionar que solo aceptan pagos en efectivo debido a la falta de cobertura de internet en el valle, por lo que es recomendable llevar suficiente dinero en efectivo.
La bodega también ofrece degustaciones de sus vinos. Por aproximadamente 15 euros, puedes llevarte una botella de vino, que destaca por su autenticidad y calidad superior a la de otras bodegas más turísticas de la zona. Si decides comprar alguna botella, es probable que te regalen una pequeña muestra en vasos de chupito, lo cual añade un toque personal a la experiencia.
La hospitalidad de sus propietarios, la calidad de sus productos y el entorno natural hacen de esta bodega un lugar único para disfrutar del vino y la gastronomía local. Si estás en Lanzarote, no dudes en visitar esta joya escondida y disfrutar de una experiencia inolvidable.