Situada en el corazón de la Isla de Mallorca, en la pintoresca localidad de Binissalem, se encuentra Bodegas José L. Ferrer. Este establecimiento, ubicado en Carrer del Conquistador, 103, 07350 Binissalem, Illes Balears, es una joya para los amantes del vino. Fundada en los primeros años del siglo XX, esta bodega ha sabido mantener la esencia y tradición vinícola a lo largo de los años, ofreciendo una experiencia única para todos sus visitantes.
Experiencias Inolvidables y Vinos Exquisitos
La bodega no solo se destaca por sus vinos de alta calidad, sino también por la calidez y cercanía de su equipo. Ya sea que estés planeando una visita guiada o una cata de vinos, te recibirán con los brazos abiertos. Sandra y Yvonne, dos de las talentosas guías, son el alma de estas visitas. Sandra hace que cada recorrido sea divertido y educativo, mientras que Yvonne te lleva a través de la rica historia de esta empresa familiar.
Las degustaciones son, sin duda, un punto fuerte de la experiencia. Los visitantes pueden disfrutar de una variedad de vinos blancos, rosados y tintos. Especialmente recomendado es el vino Crianza, conocido por su excelente relación calidad-precio, y el Pedra de Binissalem, un verdadero deleite para el paladar. Si eres fanático de los vinos blancos, no puedes perderte el Veritas.
Una Viaje por la Historia y la Naturaleza
Una visita a Bodegas José L. Ferrer es también un viaje en el tiempo. El recorrido incluye la bodega original de 1931, donde podrás aprender sobre procesos como la micro oxigenación y la fermentación. Te sorprenderá descubrir que el viñedo ha sido testigo de la caída de meteoritos, los cuales están expuestos en el museo de la bodega.
El respeto por el medio ambiente es una prioridad para esta bodega, que se esfuerza en elaborar vinos clásicos y golosos sin dañar el entorno. Esto, combinado con la atención cercana y amable del personal, hace que la experiencia sea aún más especial.
El entorno de la bodega también es digno de mención. Los espacios exteriores están perfectamente conservados, ofreciendo un ambiente ideal para relajarse y disfrutar del paisaje. La tienda de la bodega es otro atractivo, donde puedes adquirir no solo vinos, sino también productos típicos de Mallorca como las Quelitas.
Ferrer es una visita obligada para cualquier amante del vino que se encuentre en Mallorca. Sus vinos, la historia familiar y el entorno hacen que cada visita sea inolvidable. No dejes pasar la oportunidad de descubrir por ti mismo todo lo que esta bodega tiene para ofrecer. ¡Salud!